Escrito por: Jonatan Romero
La farsa libertaria ha dado una vez más otro espectáculo, se sabe en lo general que la libertad burguesa sólo se aplica para la estafa por eso esta obra la puedo nombrar ¡viva la libertad para estafar, carajo! Javier Milei está dando una cátedra de praxis libertaria, en donde todos sus dogmas se quitan su velo “humanista” y su verdadero rostro se muestra ante los ojos de propios y extraños. La cuestión no es repetir lo mismo en gran parte de las redes sociales, sino que cualquier escrito debe pingar más profundo y, por ende, lo que parece una anécdota solo es el reflejo de una forma social decadente y en decadencia.
Veblen mencionó en su teoría de la clase ociosa que la decadencia de una civilización viene acompañada del incremento del sistema parasitario, es decir la especulación incrementa en la etapa del capitalismo tardío. Los instrumentos financieros crecen en época de decadencia, por ejemplo, Estados Unidos es el país donde más robusto está el sistema financiero y, por ende, la estafa se vuelve en el motor de la economía. Milei solo es la punta de lanza del proyecto burgués en su fase última, ya que el presidente de Argentina promovió un mecanismo diseñado para el fraude y, sin ningún temor a equivocarme, el dinero envalentonó al supuesto terror de la casta.
Hay que ver los pilares de esta estafa tan comentado por los comentaristas profesionales:
Primero, el rey de los libertarios liquidó la propia teoría del equilibrio general, en donde esta propone que la oferta y la demanda fija el precio de mercado y este mecanismo no debe estar influenciado por actos externos. Pero, la moneda virtual “Libra” fue todo lo contrario, porque su incremento del precio se debió a la manipulación de estrategias para fingir el incremento de ese precio y Milei soportó toda esa estrategia. Su post en redes sociales fue una maniobra de estrategia para que la rentabilidad pudiera darse en un plazo corto y la estafa se pudiera dar sin ningún problema. Como se puede observar la teoría del equilibrio general fue liquidada por el máximo exponente de esa misma teoría en Argentina.
Segundo, la competencia perfecta no encontró un mejor enterrador que en su hijo predilecto, es decir ni los marxistas han hecho tanto por el derrumbe de la teoría valor subjetivo y Milei defendió en su post la competencia por monopolios. La estafa fue desarrollada gracias a que el control de la criptones moneda estaba controlada en su totalidad por unos cuantos tenedores, es decir el instrumento fue diseñado para que unos cuantos pudieran enriquecerse de manera rapaz y gran parte de los inversionistas fueron desfalcados bajo las leyes libertarias. La competencia perfecta ha dejado de ser un escenario científico, para que el libre mercado se muestre cual es una ficción y lo real es la lucha de los grandes monopolios en el mercado.
Tercero, la revolución marginalista defendió abiertamente que el Estado no puede ser una unidad económica y que su función debe reducirse en los temas de economía. La estafa libra ha dejado claro los límites de la teoría subjetiva del valor, porque el poder económico se apoya en el poder político y el presidente se convirtió en un intermediario o emisario de la oligarquía financiera. No hay nada nuevo bajo el sol todo lo que hizo Milei viene apoyado por una agenda muy concreta en donde la burguesía controla al Estado y los representantes políticos sirven a los intereses de la acumulación de capital. Lo que está de fondo o escondido es el Estado como plataforma burguesa para que su dominio tenga vigencia histórica y geográfica.
Cuarto, la estafa maestra solo es una etapa más de la propia dinámica capitalista, en donde el corazón del dominio burgués tiene sus fuerzas en la explotación del trabajo, donde el primer fraude se da cuando no se le remunera todo su esfuerzo y se le quita una parte de su producto. La estafa burguesa se da siempre en este momento, porque la civilización actual busca el enriquecimiento de las élites o clases dominantes y este crecimiento de la riqueza se basa en el robo al trabajador. El capital bancario solo acelera este proceso, por eso el dominio financiero se fortalece dentro del marco del control del plusvalor y, por ende, la riqueza se acelera en la manipulación de los instrumentos bursátiles.
¿Qué conclusiones revolucionarias puede obtener el marxista ante lo anterior? Aquí algunos ejemplos:
En primer lugar, la cuestión central debe partir del control de la banca, es decir, en la actualidad, el sistema financiero lo controlan las oligarquías y estas miran siempre hacia sus propios intereses dejando de lado las necesidades de la población en general. Por eso, una política revolucionaria debe disputar el control de los medios de financiamiento, en este caso la banca debe transitar de la propiedad monopólica privada a una forma pública y la nacionalización es la figura más propicia para este caso. La vanguardia debe poner el acento de que el sistema bancario no beneficia en nada a la sociedad, que eso se debe a su alejamiento de lo público y la solución es que la nación lo controle bajo los principios de primero los pobres.
En segundo lugar, otro problema es la cuestión de que el sistema financiero está diseñado para la especulación rapaz, por eso mismo, además de una nacionalización, el marxismo debe poner el énfasis que la banca debe enfocarse al desarrollo del mercado interno del país y sus fondos deben canalizarse a proyectos productivos. Frente a este punto, la planificación central es muy importante en este rubro, por la sencilla razón de que la especulación debe enfrentarse mediante una política monetaria dirigida a la industrialización del país y los especuladores dejen de tener preponderancia en este caso. El objetivo de esta propuesta es pasar de una sociedad que se base en el valor de cambio hacia una que se rija a los principios del valor de uso y, por supuesto, este sería el segundo pilar de la apertura de una sociedad nueva.
En tercer lugar, la banca no puede estar al servicio de las oligarquías financieras, porque estas buscan de alguna manera el incremento de la tasa de ganancia, sino que los trabajadores del sector deben controlar el sistema financiero. En este sentido, el control obrero de la banca debe ponerse en el centro del debate, en donde el objetivo de la banca debe estar en las decisiones de los trabajadores y, de esta manera, las decisiones deben encaminarse a satisfacer las necesidades de los trabajadores de esa nación en especial. Este es el punto cardinal, ya que todo lo anterior si no existe control obrero, entonces la política de nacionalización no cambiaría absolutamente nada: solo el control obrero le puede dar sustancia revolucionaria a una política de nacionalización y planificación central.
En cuarto lugar, la relación Estado y burguesía sólo puede romperse mediante una revolución política, es decir, si no se cuestiona los fundamentos de hacer política hoy, por ende, el fraude patrocinado por el gobierno seguirá repitiéndose en el futuro. Por eso, el marxismo debe poner el énfasis en poner el acento en la construcción de la dictadura del proletariado, pues solo esto puede ponerle un alto a todo lo que ha pasado en los últimos días en Argentina, pues solo la clase trabajadora puede salvar a la clase trabajadora. En este tema queda claro que una guerra de ideas debe abrirse en el terreno del discurso, porque si hay algo más satinado en el mundo es esto, pero, frente al diluvio, la dictadura del proletariado tiene la tormenta perfecta para abrirse camino.
En quinto lugar, la estafa puede ser si existen estafados, es decir, en este mundo, hay gente que le cree a la ideología liberal y su comportamiento se rige por los principios de Hayek. Ahora queda claro que los viejos apotemas marginalistas han sido rebasados, que la libertad solo es para estafar abiertamente al pueblo y que la clase trabajadora necesita revolucionar la conciencia. Argentina puede dar un salto cualitativo muy importante, en donde los argentinos pongan en la mesa la necesidad de ir más allá de los dogmas del mercado y producir una conciencia revolucionaria. Por eso, más Marx y menos Hayek.