Escrito por: Edgar López Rosales

La clase trabajadora es el principal sujeto revolucionario en la actual sociedad capitalista. Y aunque la burguesía se jacta de decir que ellos son los crean empleos en esta sociedad, lo cierto es que sin la clase trabajadora no se produce nada, no se transporta nada, no se compra nada, no se mueve nada, ni siquiera un tornillo. La burguesía con todo y sus millones no es capaz de producir nada; la burguesía necesita de los trabajadores para existir; pero ni los trabajadores ni la sociedad necesitamos a la burguesía parasitaria para existir.

No obstante, debido a la ideología burguesa, que fomenta el individualismo, el egoísmo y el consumismo desenfrenado como símbolo de éxito, la clase trabajadora no es consciente de este papel primordial que tiene en la sociedad capitalista; muy al contrario, es víctima de la explotación laboral más desenfrenada que se haya visto: bajos salarios, pocos días de vacaciones, sin prestaciones ni derechos laborales, sin acceso a vivienda, educación o salud digna y un largo etcétera. Muchos buscan un culpable con la llegada del llamado “modelo neoliberal”; no obstante, el problema es más profundo y tiene que ver con la crisis económica del sistema capitalista. 

Con la llegada de AMLO a la presidencia de México, la clase trabajadora pudo tener un pequeño respiro de aire fresco, se implementaron medidas a rango de derechos constitucionales como el apoyo a adultos mayores, se recuperaron millones de pesos que se despilfarraban en el gobierno y se han recuperado otros tantos que salían a través de la corrupción del mismo gobierno. Todo esto para impulsar la economía de los sectores más vulnerables del país y seguir evitando su rezago económico, político y social.

Y aunque AMLO no busca cambiar ni combatir el sistema capitalista, su llegada al gobierno significó un avance en el terreno político, económico y social de todo el país. Con esto, la clase trabajadora tuvo un leve restablecimiento de sus condicionales laborales y una leve mejoría de su salario. No obstante, con la salida de AMLO de la presidencia, el futuro no esta tan prometedor.

Con la llegada de Mario Delgado, Morena el partido que fundamos millones de personas y que buscaba ser el continuador del movimiento obradorista, denominado ahora cuarta transformación, se ha llenado de parásitos políticos que solo buscan su beneficio particular o de grupo. Y aunque los intelectuales orgánicos de morena como el Fisgón y Armando Bartra han intentado justificar la llegada de estos parásitos políticos como “un mal necesario”, lo cierto es que estos parásitos políticos están muy lejos de enarbolar luchas y demandadas a favor de la clase trabajadora.

Casos como el de Gabriela Jiménez, presidenta de la organización civil “Que siga la democracia”, raya en lo grosero; ya que tan solo unos años atrás hacia campaña abiertamente por Ricardo Anaya. Este tipo de parásitos políticos que cambian sin ningún pudor de partido político como si cambiaran de calcetines, no garantizan una lucha decidida y abierta por mejores condiciones. Así mismo, el propio partido, al estar en manos de parásitos políticos ya tampoco garantiza las condiciones mínimas de democracia y vida interna. Un morena sin AMLO está muy lejos de ser siquiera, aunque sea ese respiro de aire fresco.

Con la salida de AMLO de la presidencia se abre un nuevo periodo de lucha, donde la clase trabajadora debe empezar a ser consciente de su papel histórico y defender ella misma sus intereses. Nadie más va a defender los intereses de la clase trabajadora, si no lo hace ella misma. Al no estar organizada y formada políticamente, la clase trabajadora se encuentra desorganizada y presa de charlatanes políticos que solo buscan su beneficio. Ante esta situación, hacemos un llamado abierto para organizar, concientizar y formar políticamente a la clase trabajadora con la publicación de este nuevo periódico.

Llego la hora de conformarse con votar por el político menos malo o el “menos peor”, es momento de que clase trabajadora empiece a enarbolar un programa propio, una organización y dirigentes propios en defensa de la clase trabajadora y en beneficio de toda la sociedad.

Por Edgar López Rosales

Economista, marxista y fundador de morena