Escrito por: Edgar López Rosales  

Para nadie es un secreto que Morena no es un partido democrático; los candidatos no son electos en asambleas, sino en acuerdos cupulares; no existe vida interna de partido y los comités de base solo existen en el papel; además de esto muchos políticos rancios y reciclados de la antigua elite política han saltado al movimiento; los famosos “chapulines” han saltado a morena, cambiando de partido como quien cambia de calcetines.

La consigna de “sufragio efectivo, no reelección” ha sido tirada al bote de basura, y muchos parásitos políticos han encontrado en la reelección avalada por morena, una manera cínica, pero justificada de seguir viviendo del erario. Ante esto, muchos compañeros se hacen la misma pregunta: ¿Qué está pasando con morena?

Hace más de 150 años Karl Marx mencionó que el motor de la historia es la lucha de clases, y hoy en día esta máxima continúa estando vigente, al grado que es la única capaz de explicar la situación actual, pasada y futura de nuestra sociedad. En este contexto, la conformación actual de morena es producto de la lucha de clases en México, y sólo a partir de comprender esta lucha de clases es como podemos entender qué es lo que está ocurriendo con morena y su actual degeneración política.

Algunos compañeros tratan de calmar a la militancia, argumentando que este tipo de prácticas son “coyunturales”; que los chapulines son “un mal necesario”; que lo importante ahorita es ganar las elecciones en puerta y quizá en “algún futuro” con más calma podremos recomponer el camino. Estas frases, además de ser completamente falsas, esconden un oportunismo bastante grosero y cínico, que en el fondo no es otra cosa que tratar de desviar la atención de las masas de la lucha de clases y de su tarea histórica: la destrucción del capitalismo.   

 El oportunismo es la infiltración de ideas burguesas en el movimiento proletario, y estas ideas burguesas consisten en justificar al actual sistema capitalista. Cualquier idea que busque justificar el sistema capitalista dentro del movimiento de izquierda, es una idea oportunista. 

El sistema capitalista es un sistema económico basado en la explotación del trabajo asalariado y la acumulación de capital; Toda nuestra actividad económica y orden social dependen de la competencia entre capitalistas para producir, intercambiar y vender mercancías con la finalidad del lucro. Por lo tanto, las mercancías se producen no para satisfacer las necesidades de la población, sino para conseguir una vulgar ganancia económica para el capitalista.

Esta característica, propia del sistema a capitalista, es la causante de los principales problemas económicos, políticos y sociales que están asfixiando a la población a nivel mundial. El capitalismo no solo atenta contra la clase trabajadora, sino atenta contra toda la humanidad. No podemos regenerar un sistema económico que siga utilizando la explotación del hombre por el hombre, y que ponga en riesgo a la humanidad; sino que es necesaria su destrucción y sustitución por otro sistema económico, uno que tenga una visión histórica de los problemas de la humanidad y este solo puede ser el Socialismo.

El Socialismo pondría toda la industria, la ciencia, la tecnología, el arte, la cultura y hasta el deporte en beneficio de toda la población. Pero para esto, es necesario que la clase trabajadora tome el poder político y el poder económico de las principales palancas de la economía. Al mismo tiempo la administración de las principales palancas de la economía tendrá que hacerse con la participación consciente y democrática de toda la población. Esta lucha no podrá limitarse a un país, sino que tendrá que expandirse a todos los países, ya que el sistema capitalista es un sistema económico mundial.

Los políticos burgueses jamás hablarán de la destrucción del capitalismo, porque les interesa mantener a la actual sociedad burguesa; los políticos oportunistas tampoco lo harán porque se han adaptado a vivir de manera parasitaria en este sistema económico. La clase trabajadora es la única que puede retomar la lucha contra el capitalismo, pero para esto necesita la organización propia, independiente y democrática dentro de sus filas. La actual degeneración de morena se explica por la infiltración de ideas oportunistas en el movimiento proletario, y solo una lucha frontal y sin cuartel contra el oportunismo, podrá sacar adelante a morena y al movimiento en su conjunto.  

27 de marzo de 2024

Por Edgar López Rosales

Economista, marxista y fundador de morena